viernes, 19 de noviembre de 2010

LA GRAN REFORMA DEL CORAZON EL GRAN CAMBIO Y SOLO LO HACE JESUS


Los cristianos estamos llamados a reflejar en nuestra vida, la Vida de Jesucristo, pues sólo así impactaremos el medio en el que nos desenvolvemos, como lo hicieron los primeros cristianos. Actualmente existe la tendencia a hacer del cristianismo un "código ético", mientras  que los primeros discípulos experimentaron un cambio tan radical en sus vidas que no vacilaron en llamar a esto, "Cristo viviendo en nosotros".

Una simple reforma moral no podrá jamás explicar la transformación  y la vitalidad que emana una vida controlada por Cristo. La gente ya se ha acostumbrado a que le hablen de Dios, pero anhelan ver sus manifestaciones en aquellos que le predican. El verdadero cristianismo se vive cuando nuestra vida a través de Jesucristo, se encuentra íntimamente  ligada a la vida de Dios.

1.  NECESIDAD DE LA PRESENCIA DE JESUCRISTO

1.1  CRISTO VIVE EN TODO CRISTIANO

Cuando alguien invita a Jesucristo a entrar en su vida y corazón, él entra y nos da todo su poder. La vida cristiana es más que difícil, es humanamente imposible. Jesucristo es el único que la puede vivir. Él quiere pensar con la mente de usted, expresarse a través de sus emociones, hablar a través de su voz. Tenemos la seguridad que nunca le perderemos y tenemos la garantía de su eterna e incondicional compañía (Romanos 8:38-39)




1.2  CRISTO MISMO ES LA ESENCIA DE LA "VIDA CRISTIANA"

Hay algo que hace del cristianismo más que una religión, un sistema ético o el sueño estéril  de un idealista  sentimental. Es algo que lo hace relevante para cada uno de nosotros como una experiencia contemporánea:

* Es el hecho de que Cristo mismo es la esencia de la fe Cristiana
* Es él quien hace posible que dé resultado (1 Tesalonicenses 5:24)
*  Él mismo es la fuerza dinámica que mueve a la gente a cumplir con sus demandas (Filipenses 2:13)

1.3  LA VIDA DE CRISTO DEBE SER REPRODUCIDA EN NOSOTROS

La vida cristiana es más que "una vida cambiada", es más bien una "vida intercambiada", en el sentido de que ya no es la nuestra, sino la de Cristo. Cuando recibimos a Cristo, se da en nosotros "la regeneración", la cual consiste en que el Espíritu Santo planta en nosotros la vida de Cristo y nacemos de nuevo. Esta nueva vida crece y se manifiesta progresivamente en nosotros, hasta ser un estilo de vida (Gálatas 2:20)

Jesucristo es el "Don" de Dios, a través del cual suple todas nuestras necesidades. Él es la respuesta suficiente para toda necesidad, debilidad o deficiencia nuestra. Él es la respuesta a toda necesidad humana (1 Juan 5:11-12)

Jesucristo no desea ser nuestro ayudador, él desea ser nuestra vida.  No desea que trabajemos para él, sino que le permitamos hacer su obra a través de nuestra vida. Solamente hay una vida que vence, es la vida de Jesucristo "en" nosotros. Una vida vencedora es aquella que da fruto y está lista para servir. Esta vida de fruto y servicio, es un modo de vida, y se da solamente por la fe en él; nuestras obras son el resultado de su Vida en nuestra vida.

2.  BENEFICIOS DE LA PRESENCIA DE JESUCRISTO EN EL CRISTIANO

Las siguientes son algunos de los beneficios de la presencia de Cristo.

* Nos otorga vida eterna (1 Juan 5:11-12)
* Trae poder y victoria (Mateo 28:20)
* Nos trae el don del Espíritu Santo (Juan 14:26)
* Sus recursos son nuestros recursos
* Una vida nueva: la vida de él en nosotros (Colosenses 3:3-4)
* Perdón y liberación del pecado (Romanos 8:1)


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