jueves, 1 de septiembre de 2011
NO TE PREOCUPES
Un error muy grave. El sabio Platón decía que el mayor error de los médicos es tratar de curar las enfermedades del cuerpo, sin hacer nada por curar las enfermedades del alma y del espíritu.
Y es curioso observar que hoy, 2.300 años después de haber muerto Platón, los médicos curan el paludismo, el reumatismo, la fiebre amarilla y otros males, pero la ciencia médica se queda sin detener las ruinas mentales que ocasionan la preocupación, el miedo, el oído, la frustración y el rencor. Y la cantidad de gente enferma de preocupación aumenta día por día de manera alarmante.
Dicen los médicos que una de cada veinte personas que encontramos por la calle sufren alguna enfermedad a causa de sus preocupaciones. Y que el miedo y la preocupación lleva más gente a los hospitales que muchas otras enfermedades. El individuo preocupado y angustiado, se ve acosado por sus afanes y del mismo susto se enferma.
Causas muy frecuentes. Los sicólogos señalan algunas de las causas más frecuentes para que uno se enferme de los nervios y sufra de artritis por preocuparse. Son las siguientes:
Fracaso en el matrimonio
Algún desastre económico
Soledad y miedo al futuro
Resentimientos alimentados por bastante tiempo.
Lucas 12: 24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? 26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? 27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? 29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. 32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
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