miércoles, 14 de septiembre de 2011

Conocer y enterder al señor del cielo

25 (Salmo de David)
1 a A ti, oh Jehova,
levantaré mi alma.
2 ¡Dios mío, en ti confío!
No sea yo avergonzado.
No triunfen sobre mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de los que confían en ti será avergonzado.
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, oh Jehovah, tus caminos;
enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación.
En ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, oh Jehova,
de tu compasión y de tu misericordia, que son perpetuas.
7 No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis rebeliones.
Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehova.
8 Bueno y recto es Jehovah;
por eso él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes en la justicia
y enseñará a los humildes su camino.
10 Todas las sendas de Jehovah son misericordia y verdad
para con los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, oh Jehova,
perdona también mi iniquidad,
porque es grande.
12 ¿Qué hombre es el que teme a Jehova?
El le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Su alma reposará en bienestar,
y sus descendientes heredarán la tierra.
14 El secreto de Jehova es para los que le temen;
a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos están siempre puestos en Jehova
porque él sacará mis pies de la red.
16 Mírame y ten misericordia de mí,
porque estoy solitario y afligido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario